Sin más.

Me gustaba tu comida; hablarte de mis
problemas y que saltaras con los tuyos; el
 curioso pero adorable trío que formaban los
 sillones, la tele y el olor de tu salón; que
besaras el colgante velando por mí; que
 me dijeses lo del número uno; que
pusieras la tele para quedar dormida
 al momento; el pelo en edado en salitre en
 el balcón; comprarte porquerías a escondidas.





Versión 2.3

Y entonces llegaste tú.
De repente, con los últimos resquicios
del verano.
Con tu cabezonería y
tu perfecta imperfección.
Te instalaste ya,
fundiéndote con los colores
de las tardes que anunciaban entonces
un nuevo verano por llegar.


ESCONDIÉNDOTE SIEMPRE
EN CADA DETALLE, JUGANDO
A SER EL VIENTO.

Inesperaciones.

Una tropa de mariposas
dispuestas a deshacer
a su antojo toda razón en mí.

Ven.

Te echo de menos.
No es una suposición
ni algo genérico.
Se trata más bien de un estado
dispuesto a quedarse y
acomodarse por una larga temporada.

ALL YOU NEED IS LOVE

Hasta que ya no puedas más

Rincones

Y ahora que mi habitación se inunda de tu olor y
 con ello de tu presencia, hago yo lo
mismo y me absorbo también con ella, dejándome
caer como la primera cuando llega, recordando
cada momento nuestro y de nadie más.
Todo por aquella estúpida camisa
 que siempre sueles olvidar.

El desayuno, en tu cama.

Consúmeme lentamente como el café de la mañana,
saboreando, meditativo, deleitándote.
Consumámonos nosotros y no el tiempo.