A tener en cuenta.

Que quizás cuando me enfado
voy a más y más y
me pongo peor. Ahora imagina
lo difícil que me lo pones si no
me escuchas, si siempre evitas
admitir que tengo la razón en
mucha cosas, incluso evitas
admitírtelo a ti mismo. Imagina
 como me siento cuando soy
 tu asignatura más tediosa a
 estudiar. Cuando te
centras en lo tuyo sólo y no
levantas la cabeza para ver qué
pasa conmigo, o con nosotros.
Y que sí, quizás te falte tiempo
para ti mismo, pero para
plantearte asuntos diferentes
a los que crees, pensar si
estás haciendo bien.
No sólo estás tú, en nosotros.

Ya mismo.

Me apetece irme de viaje.
Tengo el gusanillo.
Creo que me pediré
un vuelo directo
a tus brazos.